miércoles, 9 de mayo de 2007

conversacion en la habitacion

La maleta sobre la cama sin hacer.
El dolor de cabeza que le martilleaba las sienes sin piedad.
Taquicardias provocadas por la ingesta exagerada de cafeína (últimamente llevaba una relación de amor-odio con el dichoso café).
Angustia existencial.
Llamadas desesperadas buscando consuelo fácil.
Por último, lágrimas que se derraman sin remedio.
¿Qué te pasa?- le pregunta el elefante de orejas raquíticas que está encima de la cama.
-Nada, que soy una vieja. Hoy Sergio no sabía quiénes son los Power Rangers.
-Así que estas atravesando la crisis de los 21. Pensaba que esa crisis no existía.
-Me la he inventado yo, afirma, mirando fijo por la ventana que le muestra las deliciosas vistas de la ventana de la vecina.
-Sólo eso. Que tienes 21. Pues yo llevo no sé cuántos años tirado encima de tu cama (a veces en en suelo), sin hacer nada, sin poder ir a ningun sitio, sin poder ligar con alguna elefanta facilona, y no me quejo.
-No, no es sólo eso. Supongo que es un poco de todo, un poco de nada.
-Como te expliques así de bien me parece que no voy a poder ayudarte.
_No necesito tu ayuda. necesito una botella de tequila y una tarta de chocolate.
-Tienes razón. eso de que el alchol no soluciona los problemas es un topicazo...
-Es que el tiempo pasa demasiado deprisa, joder- piensa, esta vez más tranquila después de haber llorado un poco. -es asombroso cómo anestesia el llanto. La proxima vez que no pueda dormir voy a pensar en cosas tristes y hala, a soñar.
Éste es uno de esos días en los que le apetece todo menos hacer una maleta. No hay cosa que más odie en el mundo, más aún en un día de calor insoportable, de dolor de cabeza, de confusión de analgésicos, de malestares de alergia, de agobios de responsabilidad (probablemente derivados de un inoportuno vistazo a los incomprensibles apuntes de econometría)...
El elefante se incorpora sobre sus patitas deshuesadas.
-Yo te hago la maleta si dejas de llorar, le dice. Pero llévame contigo, que nunca he montado en avión.
-No te lo aconsejo, le dice, secándose ls lágrimas. Estás acostumbraddo a dormir en una cama y mañana probablemente acabemos acampando en la cuneta de alguna autovía.
Él la mira sin creerla, y se encoje de hombros. Allá tú, le dice. Sabes de sobra que nadie más que yo aguanta tus gilipolleces premenstruales.
-Porque no te queda otro remedio, ella le mira con sorna, con una sonrisa burlona. No sabes andar, no te puedes ir.
-Pues vuelve con a q te consuelen tus libritos o la pantalla anodina de ese ordenador, y ya querrás abrazarme en las noches que te sientas sola.
Se da la vuelta, enfadado, y ella se siente culpable porque gracias a él está un poquito mejor. Se tumba en la cama junto a él y cierra los ojos, sin pensar en nada. Le quedan exactamente cuatro horas para tener que levantarse.
En realidad se ha puesto así por tener que hacer la maleta, y después de pensarlo un poco decide no hacerla.
Me va a salir más barato, piensa, y así me ahorro: qué me pongo hoy? .Además ya que voy en plan hippy, pues lo hago bien.
Y se siente más tranquila, abrazando a su elefante centenario, y, tirando de una patada la maleta de la cama, se duerme, por fin relajada, por fin descontaminada de los efectos tóxicos de la cafeína.

3 comentarios:

diana dijo...

jimeee,soy la primera en leerla, me puedo sentir muy afortunada,pero no más que tú, que en unas horas estarás en suiza mientras que yo estaré en la universidad... Haz la maleta vagaa, y sigue escribiendo estas entradas que me encantan Escritoraa!!y no olvides la de la princesita,que es increible.

uN BeSaZooo

Alberto Mateos dijo...

hola!
Para mi, esta entrada tiene un 10, sabes explicar de forma clara y a la vez, con todo tipo de detalles lo que piensas y lo que sientes...
Lo que no me gusta es q tengas esa obsesión con la edad. Desde mi punto de vista, la edad no es la que aparece reflejada en el dni, no es contar el tiempo por meses ni nada de eso. A ver si me explico, la edad depende de las cosas que hayas vivido, aprendido, de las risas q te exas dia a dia. No tienes porque cumplir con las tipicas cosas que aparecen en las felicitaciones en plan "ya tienes 18, vete al bingo y ve pelis porno"
Y bueno ya que me e puesto me extiendo un poco mas...
Es cierto que cuando pasas los 20, ya has cerrado una etapa de tu vida que no puedes recuperar, pero ahora empieza otra etapa que si tu qieres y no piensas en el pasado puede ser mucho mejor. Alomjor lo que te falta es romper con ciertos fantasmas que llevas arrastrando, colgados al cuello, y que no te dejan volar lo que tu te mereces. Esperemos (yo se q tu lo esperas) que el año que viene suponga el cierre de una etapa y el comienzo de otra pero solo tu lo vas a elegir. Estas a tiempo de deshacer ese nudo que te mantiene atada.
Un besazo enorme y espero que te llevaras al elefante!

Alberto Mateos dijo...

en realidad no era el elefante, eran paperas...